¿Es Satanás culpable de todas nuestras caídas? Santiago 4:7

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Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.”  (Santiago 4:7)

¿Quién tiene la culpa de nuestras caídas? Es una pregunta bastante interesante, pero además es muy importante que la respondamos. Pues se han visto casos en que algunos culpan a Dios (Stg.1:13), otros culpan a otras personas. Pero son muchos los creyentes, que por años, se han acostumbrado a culpar casi de todo a Satanás.

Si hicieron esto o aquello, si les pasó algo malo, si cayeron en algún pecado, o si viven de una manera desordenada, es porque, según ellos, “Satanás metió su cola".

Pero pensemos un poco más allá, pensemos bíblicamente: ¿Será cierto aquello?

Pues no, la Biblia nos deja toda la responsabilidad a nosotros mismos. El enemigo no tiene más poder sobre el pueblo de Dios. Por lo tanto, toda vez que él se infiltró en nuestras vidas, es porque alguna cabida le dimos.

Y hasta, muchas veces, Satanás no tiene nada que ver con las cosas que nosotros hacemos. Pues la Biblia declara que podemos ser tentados sin la necesidad de una fuerza externa, somos seducidos por nuestras propias pasiones (Santiago 1:14-15).

Veamos lo que la Biblia nos recuerda sobre Satanás:

  1. Podemos resistir al Diablo (Stg 4:7) – Si vivimos sometidos a Dios, Él nos dará la capacidad constante para resistir cualquier ataque del enemigo.
  2. Podemos dejar de dar lugar al Diablo (Ef. 4:27) – Si sabemos que Satanás puede atacarnos por donde más somos débiles, sencillamente podemos fortalecer nuestras debilidades y no dejar ningún cabo suelto de los que él podría usar para tentarnos.
  3. Podemos velar contra el Enemigo (1Ped. 5:8-9) – De manera que, si caemos fácilmente es porque no hemos velado como se debe.
  4. Podemos mantenernos firmes contra sus asechanzas (Ef. 6:11) – Si usamos los recursos que Dios nos ha dado, el poder de su fuerza, la armadura de Dios, etc., Satanás no podría hacernos retroceder ni un solo milímetro.
  5. Podemos apagar los dardos de fuegos del maligno (Ef. 6:16) – Nuestra fe en Dios, no en nosotros mismos, es lo que nos garantiza la victoria.
  6. Podemos ejercer buen testimonio y callar al Diablo (1Tim 3:6-7) – La mejor manera de controlar a Satanás es mantenernos contralados a nosotros mismos.
  7. Podemos derribar sus herejías con la Palabra (Mt. 4:10) – Cristo nos dio el mejor ejemplo para vencer la tentación del diablo. Si alguien cae constantemente es porque no está en permanente comunión con la palabra de Dios.
  8. Podemos deshacer las obras del Diablo en Cristo (1Jn. 3:8) – Cristo no sólo ofrece perdón de pecados sino victoria sobre el pecado (Ro.6), y no sólo libertad del diablo (Hch.10:38) sino también victoria permanente sobre el diablo (Mt.16:18).
  9. Podemos prevenir el ataque de Satanás (1Cor 7:5) – Dios nos da la dirección y la sabiduría para adelantarnos a cualquier posible ataque del enemigo.
  10. Podemos descubrir sus disfraces (2Cor 11:14) - Dios nos da el suficiente conocimiento, en su palabra, para no ser engañados por las mentiras demoniacas (1Tim.4:1)
  11. Podemos conocer los disfraces de sus ministros (2Cor. 11:15) – El diablo también usa personas, pero el creyente maduro estará preparado para desenmascarar cualquier infiltrado de Satanás (1Jn.4:1-4).
  12. Podemos conocer bien sus maquinaciones (2Cor. 2:11) - El creyente no puede ser un ignorante de las estrategias del diablo y sus huestes de maldad. Como vemos, Dios nos ha brindado todo lo suficiente para no ser derrotados tan fácilmente por él. Así que, si caemos es porque hemos sido negligentes y no debemos culpar a otros.

En realidad, Satanás es el enemigo más débil a vencer…

El mayor enemigo somos nosotros mismos. Necesitamos alguien sumamente superior a todos para poder vivir victoriosos. Por esto mismo ¿Qué esperamos para vivir sometidos a Dios? Y usted ¿Seguirá culpando de todo a Satanás? ¿Conoces a personas que se pasan culpando de todo al diablo? ¿Qué debemos hacer para ayudar a los demás?

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